"He
decidido convocar a un ilustre grupo de ciudadanos que nos presenten en el
corto plazo una propuesta para avanzar hacia mayores niveles de funcionalidad y calidad de nuestra democracia."
Foto de archivo: 8 de junio del 2012-Golfito, Puntarenas
Con estas palabras y con una ampliamente reconocida crisis de
ingobernabilidad, la Presidenta de la República de Costa Rica, Laura Chinchilla
Miranda, convocó hace ya casi un año, la Comisión de Notables, encargada de
buscarle una solución a la ingobernabilidad en Costa Rica.
Hace unos días, conocimos la "noticita", digo así porque no
fue la NOTICIA COMPLETA. de algunas de las recomendaciones de los “NOTABLES”.
Aunque era de esperar tal “DOMINGO 7”, siempre tenía que causar reacciones en
los ACCIONISTAS, claro, los que pagamos somos los accionistas, los dueños del
capital, es decir los contribuyentes de los diferentes impuestos ¿acaso no,
Contadores y Financistas?
Esto provocó, incluso, un Editorial del Periódico La Nación en el cual
se cuestionan, básicamente, dos cosas: 1) el entregar las recomendaciones con
cuenta gotas y 2) el aumento de los miembros del poder legislativo –diputados-
y su prolongación o perpetuación en el cargo, sin conocer “aún los
razonamientos de fondo para la propuesta de reforma a la Asamblea Legislativa.”
En principio podría pensarse, de manera simplista, en una estrategia
para medir la reacción de los costarricenses y, particularmente, de los grupos
organizados, previo a “soltar la bomba”; sin embargo, sin perjuicio del o los análisis que puedan hacerse para determinar la
razón del anuncio, con cuenta gotas, como lo presenta el Editorial de La Nación,
lo más importante es conocer desde ya, el desenlace de “una muerte anunciada”.
El Editorial enuncia: “La percepción más simplista es que la comisión
propone aumentar la cantidad de integrantes de una institución muy
desprestigiada y crear la posibilidad de perpetuarlos en el ejercicio del
poder. Más de lo mismo y por más tiempo”. El optimismo del editorialista es válido, ante las expectativas de toda
una nación de detectar causas que sean corregibles, y que, siendo corregibles,
una vez corregidas poner en práctica las recomendaciones o propuestas, es
decir, volverle la gobernabilidad al país; pero pensar que una institución “muy
desprestigiada”, como muy acertadamente la describe el Diario La Nación, sea corregible en el
corto plazo y hacer con ello válida la propuesta de la comisión de un grupo de “notables”
cuya “notabilidad” y su diferencia con cualquier político del montón desconocen
los costarricenses, debería verse con un alto grado de pesimismo.
Pero, no sería justo para los lectores, dejar sin incluir en esta nota,
otra circunstancia que, en mi opinión, invalida aún más la propuesta y hace
perder aún más, la credibilidad de los “notorios”, llamados así en este
artículo, por la consabida notoriedad que alcanzan nuestros políticos y
funcionarios públicos en el ejercicio de su cargo en sus respectivos turnos, y que
por lo tanto, los señores que hoy nos dan recomendaciones pudieron haber
alcanzado notoriedad. Notorio: “Se aplica a la persona que es muy conocida por
todo el mundo”. Contrario a notable, que “se aplica a la persona que
destaca en su profesión o actividad”, de los cuales abundan en los
barrios, distritos, cantones y provincias de todos los países del mundo.
La otra circunstancia a la que me refiero, sumamente notable, es: “los desacuerdos dentro de la
misma comisión”, en palabras costarricenses, “no se pusieron de acuerdo”. La
pregunta obligada para el desacuerdo en este álgido punto y, sin duda, en
muchos otros es: ¿a quién considerar un notable, a quien está a favor o en contra de determinada propuesta?
Es decir, nos encontraremos, como hasta ahora, con grandes sorpresas, en donde
un notable refutará la propuesta de otro notable y en donde tengamos que
aceptar la imposición de varios notables.
En su Edición del 11 de enero, El Periódico “La Nación” informó que
cuando se conoció la noticia “Los medios dieron cuenta del asunto y este
levantó roncha en las redes sociales, al grado de que el ministro de
Planificación, Roberto Gallardo (quien estaba en la cita), pedía en Twitter
esperar la publicación del informe completo y añadía que existían otras
alternativas”.